El Antiquarium de Sevilla acoge la muestra ‘La Andalucía de Charles Clifford’ producida por la Fundación

La exposición, que ha sido organizada por el ICAS, estará abierta al público hasta el 27 de febrero de 2013

El Institurto de las Artes y la Cultura del Ayuntamiento de Sevilla inaugura el día 5 de diciembre en el Antiquarium (Plaza de la Encarnación) la muestra fotográfica ‘Charles Clifford. Álbum de Andalucía’, exposición producida por la Fundación Lara, con la inapreciable colaboración de la Hispanic Society americana. Esta muestra forma parte del programa expositivo del Ayuntamiento sevillano y tiene como objetivo fomentar el patrimonio cultural de Andalucía, tal y como fue concebida por esta Fundaicón cuando se estrenó en su anterior sede con el título de ‘La Andalucía de Charles Clifford’.

Reúne en esta exposición una amplia selección de imágenes realizadas por el prestigioso fotógrafo inglés, que acompañó a la reina Isabel II de Borbón a las provincias del sur peninsular entre los meses de septiembre y octubre de 1862. Este importante álbum, otrora propiedad de los duques de Montpensier, hermana y cuñado de la reina regente, constituye, además de un hito en la fotografía española, una muestra abundante de paisajes urbanos, casas consistoriales, catedrales, iglesias y monumentos y, lo que resulta más llamativo, la arquitectura efímera que se erigió en honor a la reina a lo largo de su travesía andaluza.

En una sociedad española que se debatía entre el trabajo del campo y el rugido de la futura industrialización, el diseño de este viaje Real respondió, según subrayan muchos historiadores y especialistas, a una estrategia de imagen de la Corte. Un escaparate para una monarquía tradicional en un mundo moderno, que coincide con el programa del entones jefe de gobierno el general O’Donnell para unificar y estabilizar un país que gozaba de un periodo de prosperidad económica gracias a la construcción de un sistema de vías ferroviarias y de una industria en desarrollo.

La estampa de un territorio que se dibuja en los perfiles de la Giralda; las fuentes de la Alhambra; las empinadas cuestas del Albaycín; el puerto de Málaga; la renacentista catedral de Jaén; La Alameda de Cádiz; los arcos inigualables de la Mezquita cordobesa, o la ciudad de Almería y su Alcazaba, además de positivados de Murcia, Orihuela y Cartagena, incluidas en este trazado viajero, y que son testigos mudos de una época compleja que ha trascendido en el tiempo; no sólo al destronamiento de la monarquía de Isabel II –acaecida pocos años después de realizar su periplo andaluz-, sino que además es referencia y argumento para mostrar la dificultad y complejidad técnica de los inicios de la fotografía, considerada ya en nuestros días un lenguaje artístico de primer orden.

Estas imágenes, además de permanecer muchas de ellas como estampas turísticas en la memoria colectiva de los andaluces y viajeros desde finales del XIX, son igualmente la muestra son una brillante demostración del arte de este pionero de la imagen fija y arroja luz no sólo sobre el viaje de la Reina sino también sobre la historia temprana de la fotografía en España. No obstante, la figura de Clifford sigue siendo un enigma susceptible de diferentes interpretaciones: de pionero de la fotografía a caballero inglés y viajero europeo atraído por España. Gran desconocido, por la falta de información sobre sus inicios y aprendizaje de la fotografía, aunque se han mostrados, por diversos especialistas, las referencias de una trayectoria con numerosos viajes por España y Europa.

Instalado en Madrid hacia 1850, Clifford abre un estudio de retratos donde realizaba daguerrotipos, trabaja también como profesor de fotografía y, curiosamente, como piloto de globos aerostáticos. Unos años después ya producía calotipos –copias en papel positivadas a partir de negativos de papel encerado-, y recorre extensamente España registrando incontables imágenes. En la primavera de 1854 visitó Andalucía y fue en Sevilla donde probablemente conoció al duque de Montpensier, hombre de vasta cultura y gran apasionado de la fotografía.  

Este viaje de la Reina sería uno de los últimos momentos agradables de su reinado, años después tras la revolución de 1868, la reina de los “tristes destinos” no regresaría nunca a España. Iniciada la década de los setentas la esperanza monárquica llevó el nombre de su hijo Alfonso, en quien abdicó, teniendo que seguir los acontecimientos españoles desde el Palacio de Castilla en París, donde murió en 1904, destaca García de Cortázar.

Quizás la ironía final que rodea a este ejemplar del Álbum de Andalucía y Murcia de Charles Clifford se encuentra en sus primeros dueños. Isabel II se lo había regalado a los Duques de Montpensier, debido, entre otras consideraciones, a sus lazos familiares y al papel prominente que habían desempeñado en los acontecimientos del viaje. La Reina fue recibida en Sevilla por los duques y le acompañaron durante parte del recorrido andaluz, de ahí que uno de los ejemplares fuese para ellos. Su cuñado, considerado hombre de gran cultura y admirador de la técnica de la fotografía que había fomentado significativamente en Sevilla, conseguiría reunir una colección enorme de imágenes y más tarde llegaría a hacerse al menos con otro proyecto importante de Clifford, los cuatro volúmenes póstumos del Álbum Monumental de España. Ambicioso, simpático, enormemente rico y gran señor sin alardes, como lo describe su sobrina Eulalia de Borbón, el duque, afirma, llegó a Madrid no buscando amor sino nada más que un escaño al Trono. Confabuló con los enemigos de la reina Isabel II y financió la conspiración, con toda esperanza de ser nombrado “rey consorte”. No obstante, resulta cómico que una copia tan hermosa de propaganda real terminara en manos de uno de los enemigos de la reina. Y lo que resulta más paradójico, “que el duque Montpensier seguramente la atesoraba como un monumento artístico”.

Horario

Martes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas. Domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas

Horario especial Navidad: 24 de diciembre y 5 de enero, de 10:00 a 14:00 horas. Cerrado días 25 de diciembre y 1 de enero

Entrada gratuita para residentes en Sevilla