“Espero que guste esta novela y aleje de mí esa idea de que soy una señora que escribe. Prefiero ser la escritora que puede ser señora”, exigía Mercedes Salisachs, la ganadora del IX Premio de Novela Fernando Lara, al recoger su galardón de manos de José Manuel Lara Bosch, presidente de la Fundación José Manuel Lara, en la cena de gala celebrada en Sevilla el pasado 14 de Mayo. El último laberinto, la obra ganadora, es una novela dividida entre el hoy y el ayer, un recorrido en metro por la ciudad, desde un barrio alto a otro humilde, protagonizado por un personaje que tiene una intención muy clara: matar a su antiguo amigo. La necesidad de perdonar cuando alguien se arrepiente realmente y la falsedad de las apariencias son algunas de las claves de esta obra, que transcurre en el metro, “símbolo de la tristeza y la oscuridad” a la que está condenado el protagonista de la novela, un personaje real y conocido suyo. El último laberinto está ambientada en una ciudad española inventada, tras la muerte de Franco. El presidente de la Fundación Lara felicitó personalmente a la galardonada y desveló un secreto: “El mundo es un círculo que nos devuelve a Mercedes Salisachs a la que siempre fue su casa. Ella fue la madrina de mi hermano Fernando, quien da nombre a este premio. Cuarenta y siete años después, habiendo fallecido él hace nueve, su madrina gana su premio. Pero los premios no los ganan las madrinas, sino sus libros”.
Mercedes Salisachs nació en Barcelona el 18 de septiembre de 1916. Estudió en la Escuela de Comercio de Barcelona. Se casó en 1935 y publicó su primera novela bajo el seudónimo de María Ecín. En 1956 fue Premio Ciudad de Barcelona con la novela Una mujer llega al pueblo, en 1975 Premio Planeta con La gangrena , y en 1983 fue Premio Ateneo de Sevilla con El volumen de la ausencia.