Myriam Seco y Javier Martínez rescatan un episodio significativo de nuestra reciente historia cultural en el que se mezclan arqueología, periodismo y leyenda
Historia, arqueología, periodismo y leyenda se unen para reconstruir toda una época de la egiptología y su eco en España. El libro ‘Tutankhamón en España. Howard Carter, el duque de Alba y las conferencias de Madrid’, de Myriam Seco y Javier Martínez, toma como referencia las dos visitas de Howard Carter a Madrid, en 1924 y 1928 para explicar sus avances en el estudio de la tumba y el ajuar funerario de Tutankhamón, visitas que estuvieron amparadas por el entonces duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart. Galardonada con el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2917 (que convocan la Fundación Cajasol y la Fundación José Manuel Lara), el libro se ha presentado en Madrid, en el Museo Arqueológico Nacional, así como en Sevilla, acto que contó con la asistencia del actual duque de Alba, ‘colaborador’ también en la aportación de documentación de este ensayo.
Organizadas por el Comité Hispano-Inglés y la Residencia de Estudiantes, las conferencias que recogen este libro tuvieron gran éxito de público y una extraordinaria repercusión en la prensa. Los autores, que han alcanzado reconocimiento internacional por su trabajo en la excavación del templo de Millones de Años de Tutmosis III en Luxor, ofrecen datos históricos sobre el faraón, una semblanza del arqueólogo e información sobre las fases del descubrimiento, el mito de las maldiciones egipcias o el contenido y la recepción de las conferencias, transcritas en el epílogo y precedidas de materiales inéditos entre los que se incluyen diversas cartas procedentes del archivo del palacio de Liria. Este libro pone así de manifiesto la estrecha relación que el descubridor de la tumba mantuvo con Jacobo Fitz-James Stuart, XVII duque de Alba, hombre de vastos intereses culturales y verdadero artífice de la presencia de Carter en la capital. Aquellos acontecimientos, que situaban a España en el ámbito de la egiptología internacional, no tendrían una continuidad inmediata, pero obtuvieron amplio eco en su momento y merecen ser recordados como un episodio significativo de nuestra historia.
El jurado que valoró las obras presentadas en esta edición el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos eligió ‘Tutankhamón en España: Howard Carter, el duque de Alba y las conferencias de Madrid’ por su valiosa labor de rescate de un episodio significativo de nuestra historia cultural, como fue la temprana recepción española de los descubrimientos de Howard Carter, un hito de la egiptología que tuvo al duque Alba como valedor y que se tradujo en dos visitas del arqueólogo a Madrid, recibido con gran expectación y amplio impacto en la prensa de los años veinte.
- ¿Cómo surge la posibilidad de presentar este trabajo al Premio Manuel Alvar?
- Llevábamos tiempo preparando este estudio con documentos inéditos y consideramos la posibilidad de presentarlo al Premio, ya que encajaba con los requisitos. Uno de nuestros objetivos era que las conferencias de Carter y la relación de amistad que mantuvo con el duque de Alba fueran conocidas. Y el Premio, con la consiguiente publicación, va a permitir que esta parte de la historia cultural de España pueda tener una gran difusión.
- ¿Y cómo surgió esa primera chispa para escribir un libro sobre esta parcela de la Egiptología tan concreta?
- Todo empezó a partir de unas palabras pronunciadas por la duquesa de Alba cuando conoció al Dr. Zahi Hawass en la Academia de Bellas Artes de Sevilla. Doña Cayetana dijo al prestigioso egiptólogo que, siendo una niña, viajó a Egipto con su padre, el cual era amigo de Howard Carter. Como testigos de aquel encuentro, comenzamos a investigar sobre el tema y el actual embajador de España en Egipto, don Arturo Avello Díez del Corral, nos puso en contacto con el duque de Alba quien ha tenido la gentileza de permitirnos acceder al archivo del palacio de Liria. Y allí, entre sus múltiples tesoros culturales, se encuentran algunas cartas que se escribieron el duque y el arqueólogo, entre otros documentos relacionados con las dos visitas del arqueólogo a Madrid.
- ¿Qué puede llamarnos más la atención de esta historia?
- Uno de los aspectos más relevantes es la magnífica amistad que se generó entre ambas personalidades. Al margen de aspectos relacionados con la arqueología, las cartas transmiten el respeto, la admiración y el aprecio que hubo entre ellos. También es interesante observar cómo las conferencias de Madrid permitieron al público español conocer de primera mano las inves-tigaciones que en aquellos tiempos se llevaban a término en la tumba de Tutankhamón.
- Las visitas de Howard Carter a España, ¿qué interés tuvieron para el Madrid de la época?
- Interés máximo, según recogen todos los periódicos de la época. Incluso el rey Alfonso XIII quiso conocer personalmente al arqueólogo. La afluencia de público a las conferencias fue masiva, hasta el extremo de que muchas personas no pudieron escuchar a Carter debido a los aforos completos. Además, el descubridor de la tumba de Tutankhamón tuvo la gentileza de ceder sus materiales visuales, los cuales recorrieron buena parte de la geografía española, según muestra una lista de instituciones, asociaciones, entidades y personas privadas que la solicitaron. Gracias a la mencionada amistad, España pudo acceder a una información puntera en el ámbito de la egiptología. ¡Lástima que no hubiera continuidad!
- ¿Qué destacarían de la personalidad de Howard Carter? Qué impresión se llevó de España?
- Tenacidad y perseverancia. Si no hubiera sido por su tesón cuando lord Carnavon ya se ha desanimado, probablemente no hubiera encontrado la tumba. La impresión que se llevó de España fue extraordinaria. Carter era muy aficionado al dibujo y a la pintura. En palabras suyas, quedó gratamente impresionado con su visita al Museo de Prado y disfrutó del patrimonio que albergaba el palacio de Liria, donde se hospedó.
- ¿Y de aquel duque de Alba que promovió esas conferencias y que mostró su gran afición por la arqueología egipcia?
- Destacaríamos su amor por la cultura, en mayúsculas. Promovió interesantes iniciativas y ayudó a muchos intelectuales a lo largo de su vida. Sin lugar a dudas, se trata de una de las grandes personalidades de la historia de España de la primera mitad del siglo XX. Es una lástima que la mayoría de los españoles desconozca todo lo que llegó a hacer en cuanto fomentar aspectos culturales de ámbitos muy variados.
- ¿Qué tienen las pirámides, los faraones, Egipto, que siguen atrayendo a miles de aficionados, curiosos, investigadores…?
- Egipto tiene un patrimonio inmenso a la vista y todavía mucho patrimonio por descubrir. Se trata de tres mil años de historia de una civilización que, entre otras muchas cosas, fue crisol de civilizaciones posteriores. De hecho, en nuestra propia cultura hay muchos elementos que provienen, en origen, del antiguo Egipto. Muchos más de lo que la gente puede pensar. Los egipcios llegaron a desarrollar unos conocimientos en matemáticas, arquitectura o astronomía que siguen fascinando y despertando curiosidad a muchas personas. Además, su religión ofrece una sorprendente riqueza de matices.
- Esta galardón les ha puesto de nuevo de plena actualidad, pero su trabajo en Egipto no cesa. ¿En qué trabajan en la actualidad? ¿Cómo es en la actualidad su relación con Egipto y sus yacimientos arqueológicos?
- Este año cumplimos nuestro décimo aniversario de trabajos en el templo de Millones de Años de Tutmosis III. Es un templo que se encuentra al oeste de Luxor y que ha aportado ingentes cantidades de materiales desde que iniciamos los trabajos en el año 2008. Tutmosis III fue el constructor del gran imperio del Reino Nuevo, marcando unos pautas militares y diplomáticas que perdurarían a lo lardo de tres siglos. Aun cuando el templo estaba en pésimo estado de conservación, hoy en día conocemos aspectos sobre diversas estructuras arquitectónicas que habían quedado enterradas y el programa decorativo que presentaban sus muros. Además, hemos descubierto una serie de necrópolis situadas debajo y alrededor del templo. Obviamente, esta circunstancia ha multiplicado las vías de investigación. Estas tumbas conservaban piezas de ajuares funerarios muy antiguos. Algunos objetos, tanto del templo como de las tumbas, están expuestos actualmente en el Museo de Luxor. Esta labor ha sido posible gracias a la generosidad de entidades privadas españolas. Tenemos financiación de Fundación Botín, Santander Universidades, la empresa Cemex y Fundación Cajasol. Al margen de la investigación, hemos iniciado una fase de musealización del yacimiento. Estamos hablando de un país con un gran potencial arqueológico y contamos con que miles de turistas vean los resultados de nuestras investigaciones. Myriam Seco, por su parte, baraja la posibilidad de continuar con los trabajos en el puerto fenicio de Tiro, en Líbano, donde no ha regresado desde el año 2011. Allí, a 4 kilómetros de la costa, estuvieron excavando un pecio que transportaba un cargamento de estatuas de terracota. Pero ahora pretenden centrarnos en el puerto y están pendientes de recibir los recursos necesarios. Mientras, Javier Martínez recopila desde hace tiempo materiales y fuentes escritas sobre crímenes, maldiciones, magia negra y otros aspectos siniestros de la antigua civilización faraónica para contrastarlas con el imaginario occidental que surgió a través de la literatura anglosajona del siglo XIX y con determinado periodismo de los primeros decenios del siglo XX.