La obra obtuvo en 2008 el Premio de Biografías Antonio Domínguez Ortiz
La profesora de la Universidad de Granada Amelina Correa recupera en una biografía la vida y obra del escritor sevillano Alejandro Sawa, una bohemio que inspiró al personaje de Max Estrella en la obra de Valle-Inclán ‘Luces de Bohemia’ y que murió joven, a los 47 años, en 1909, por lo que el próximo año se cumplirá el centenario de su fallecimiento. Este trabajo ha quedado recogido en el libro ‘Alejandro Sawa. Luces de Bohemia’, editado por la Fundación José Manuel Lara y que obtubo el Premio de Biografías Antonio Domínguez Ortiz en 2008.
Correa recupera la vida y la trayectoria literaria del autor sevillano, “de las que apenas se conoce nada, porque su figura ha quedado eclipsada por el personaje del esperpento de Valle-Inclán. Sawa -comentó- fue el prototípico bohemio del cambio de siglo, un desclasado que representaba los valores contrarios de la época que le tocó vivir”.El libro, de carácter biográfico, tiene su origen en la impresión que le produjo a su autora la asistencia de Valle-Inclán al velatorio de Sawa, episodio “definitivo” para que el dramaturgo y poeta gallego decidiera retratarlo en su obra ‘Luces de bohemia’. “Sawa murió ciego, en la más absoluta pobreza e incluso al final de sus días perdió la razón”, según recordó Correa, quien subrayó que fue “su amigo” Valle-Inclán quien hizo “todo lo necesario” para que se publicara ‘Iluminaciones en la sombra’, título póstumo de Sawa al que la profesora se refirió como “su obra cumbre, un dietario vital que sigue vigente en la actualidad y que posee el indiscutible valor literario del que carecen sus novelas”.
En este sentido, relató que su primera etapa como escritor fue de un “naturalismo radical” que se alejaba de las tendencias cultivadas en la época por otros autores españoles como Emilia Pardo Bazán o Benito Pérez Galdós. “Luego se marchó a París, donde vivió sus años dorados, formando parte de los círculos literarios más renovadores junto a autores como Verlain, que fue su maestro, y el mismo Víctor Hugo”, según explicó la biógrafa, quien agregó que lleva trabajando en la vida y obra de Sawa desde 1989, “hace ya 20 años”. “El libro es lo más riguroso posible, pero también está hecho desde la pasión porque he empatizado muy bien con Sawa”, comentó la autora, quien dijo, con todo, que se trata de una obra “accesible al gran público y que no está dirigido a una audiencia académica o erudita, sino a cualquier interesado en informarse sobre este autor o su época, o simplemente que tenga curiosidad por la literatura”.
En cuanto al proceso de documentación llevado a cabo para su elaboración, “que podría haber dado lugar a un libro de muchas más páginas”, desveló que una fuente de información fue el epistolario de Sawa que guardaba la viuda del nieto. En ese archivo se conservan cartas a Rubén Darío, Valle-Inclán o Verlain, además de misivas a su mujer y su hija que la autora ha reproducido pese a que, según reconoció, cuando las leyó tuvo “la sensación de estar violando la intimidad de Sawa, un hombre bohemio pero profundamente enamorado de su mujer”, según destacó.
Amelina Correa es profesora de la Universidad de Granada (UGR) y miembro de la Academia de Buenas Letras dicha ciudad. Especialista en literatura española contemporánea, su labor se ha centrado en la recuperación del patrimonio literario de finales del siglo XIX y comienzos del XX. En este sentido, sus estudios superan los 150 entre capítulos de obras colectiva, ensayos en revistas literarias y artículos de divulgación, tanto en España como en el extranjero.