La recuperación de la memoria histórica desde una vivencia personal constituye el eje de esta novela
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El escritor alicantino ha presentado en Madrid la novela ganadora del último Premio Málaga de Novela, titulada ‘El sueño de Whitman’, galardón que concede el Instituto Municipal del Libro de Málaga. La obra, que edita la Fundación José Manuel Lara, es la historia de una búsqueda, la que emprende una mujer que necesita reconstruir su propia vida, desenterrar y enterrar a los muertos de su pasado. Pero es también la búsqueda de la memoria colectiva, la de una parte de la historia de España que se mantuvo oculta durante más de medio siglo por los efectos del Guerra Civil.
Durante la rueda de prensa de presentación, Ferris apuntó que en su novela- protagonizada por Julia Gadea, una mujer de 65 años que emprende el proyecto de reconstruir su pasado tras conocer un documento que cambia vida con la ayuda de un joven editor 30 años menor que ella- le ha importando “que la historia íntima con nombre y apellidos de su protagonista se transforme en una historia colectiva”. En este sentido, subrayó que si Miguel Hernández, del que Ferris ha recogido su biografía en ‘Miguel Hernánndez. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta’ (Temas de Hoy), que ya alcanza su octava edición, es una figura vigente es porque “supo hacer de sus experiencias personales un mensaje colectivo”.
Asimismo, señaló que en la “búsqueda personal de Gadea, los lectores perciben que es la búsqueda de miles de personas tras los sucesos de la Guerra Civil española”. Por otro lado, el autor reconoció que esta nueva novela “se puede leer desde muchos ángulos, como refleja el hecho de que los capítulos impares estén contados en tercera persona y desde una perspectiva histórica, partiendo de la noche del 19 de julio de 1936, mientras los pares se concentran en la realidad actual, en los años 2003 y 2004, donde transcurre la acción, no con el propósito de rescatar miserias pasadas, sino reflejando que aún hay huellas de aquella época que no se han borrado”.
Confesó que el proyecto de esta novela, ‘El sueño de Whitman’, ganadora del Premio Málaga de Novela, convocado por la Fundación Lara y Instituto Municipal del Libro del Ayuntamiento de Málaga, y su labor de escritor en los últimos años se lo debe a Dulce Chacón, con quien compartía el proyecto de convertir sus producciones literarias “en una reivindicación y recuperación de una parte de la historia, como la figura de Miguel Hernández o Maruja Mallo”, de quien Ferris también realizó su biografía. El escritor aseguró que ésta es una novela “trabajada a fuego lento para que no se note las costuras”.
Ferris recordó que la novela partió de una imagen, un documento que le entregó un hombre hace unos ocho años y que recogía el diario de un capitán del Ejército Nacional, concretamente uno de los jefes encargados de hacer triunfar el alzamiento militar el 17 de julio de 1936. La entrega de este documento, según indicó, tenía la misión de que éste viera la luz, pues “le estaba quemando en las manos y era una obligación casi moral de aquel ciudadano, pues contaba la Guerra Civil desde dentro”.
La novela, según señaló, recoge una búsqueda conjunta de Julia Gadea y el joven editor, naciendo entre ellos otra cuestión, el amor. En este sentido, apuntó que esa búsqueda la realizó con su coche para conocer cómo se encontraba Larache (Marruecos) y otros espacios de la novela, lejos de cómo se describían en la época del Protectorado Español. “Era como visitar Bosnia tras la última batalla”, aseguró, añadiendo que “aquellos espacios de memoria, sólo existían ausencias”. En este sentido, indicó que además de los archivos o ese recorrido por los espacios novelescos, su trabajo cuenta con la presencia de muchos personajes, que en su mayoría son reales, como el escritor y poeta Bernat Capó, el poeta granadino Antonio Carvajal, el novelista negro Chester Himes o Walt Whitman, cuyos versos aparecen en la sombra y van dejando huellas y pistas. Esta combinación de realidad y ficción es uno de los aspectos que más le fascina, según confesó. Ferris señaló que los seres humanos son “una mezcla de realidad y ficción, pues le deben muchos a los sueños, al cine, a la música y a la literatura”.