El escritor granadino Rafael Guillén, uno de los grandes nombres de la poesía española contemporánea y autor de la colección Vandalia, falleció en la tarde de ayer a los 90 años de edad.
Perteneciente a la llamada generación del 50, en el año 1953 fue uno de los creadores del grupo Versos al Aire Libre. En 1957 fundó y dirigió, junto con José G. Ladrón de Guevara, la colección de libros Veleta al Sur. En 1994 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura por Los estados transparentes (1993). En 2003 se le otorgó el Premio de la Crítica Andaluza por Las edades del frío (2002). En 2014 fue distinguido con el Premio Internacional Federico García Lorca. Una amplia muestra de su obra está recogida en Estado de palabra (Antología 1956-2002), editada por Francisco J. Peñas-Bermejo en Vandalia (2003). En 2010 se publicaron sus Obras completas en tres volúmenes: dos de poesía y uno de narrativa y prosas varias.
Con poemas como los de ‘Versos para los momentos perdidos’, editado en la colección Vandalia, comprobamos cómo el poeta granadino aprovechaba cualquier resquicio por el que se pueda incorporar algo de poesía a la ajetreada vida cotidiana del siglo XXI. Con ‘Últimos poemas (Lo que nunca sabré decirte)’ nos hablaba del amor y del tiempo. Y con ‘Estado de palabra: Antología poética’ pudimos sentir la convergencia de las artes, las ciencias y las letras.
Hoy despedimos a esta figura destacada de la Generación del 50 con gran tristeza.
La poesía de Rafael Guillén es una de las más singulares, complejas y atractivas de la poesía española contemporánea. Como él escribía “todo lo bello deja un hueco” y sus poemas ya tienen ese espacio en la historia de la poesía.