El escritor y miembro de la Real Academia de la Lengua José Luis Sampedro pronunció, con motivo de la Feria del Libro de Sevilla y por iniciativa de la Fundación Lara, la conferencia ‘El elefante de Rumí’. El acto tuvo lugar en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla.
José Luis Sampedro entró acompañado por la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres; el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Marset, y por el director de la Asociación Feria del Libro de Sevilla, Francisco Vélez Nieto. Sampedro inició su intervención desvelando las claves del título de su conferencia, un cuento que resultó ser una parábola sobre la pluralidad de puntos de vista ante una misma realidad. Afirmó, en este sentido, que estamos en un mundo multidimensional en el que “todos vemos lo que vemos” y que, por tanto, “cada mundo es diferente”. Añadió que “hay tantas perspectivas como personas que miran, y ello nos obliga a la prudencia y a la tolerancia”.
Se centró, a continuación, el académico, en la importancia de la palabra, a la que definió como el fruto de una hazaña extraordinaria por parte del hombre desde los primeros homínidos que duró siglos. La palabra, a su vez, ha propiciado la escritura, mediante la cual ha sido posible acumular conocimientos. Destacó que frente al imperio de la imagen, mucho más inmediata, emotiva y personal, la palabra sigue siendo esencial, pues la imagen necesita ser interpretada. “La palabra -advirtió- convenientemente combinada con la imagen es un poderoso instrumento de dominio mediático. Es extraordinaria la manipulación de los medios, la capacidad de influir en la opinión de las personas. A ello ha contribuido poderosamente la tecnología. La única arma posible frente a este abuso -afirmó Sampedro- es la defensa del pensamiento libre contra las imposiciones del poder”. Destacó también el escritor que “estamos en un mundo donde todo se rige por el capitalismo”, en el que “el mercado es la libertad y la competencia es la que decide las cosas”. Del mismo modo, durante el acto destacó que “el mundo es multidimensional y los ojos con los que lo percibimos tridimensionales, por lo que cada uno tiene su verdad”. Por ello, manifestó que “interpretamos el mundo con trozos de realidad” y puntualizó que “los problemas sociales y políticos tienen sus orígenes en esa visión”. En este sentido, puso de relieve que la palabra y con ella la escritura constituyen “lo más característico de la humanidad y frutos de una historia extraordinaria”. A esto, Sampedro añadió que “la imagen precedió a la escritura” y que, aunque es “mucho más inmediata, instantánea, emotiva y pasional, no creo que una imagen valga más que mil palabras”.
De este modo, criticó que la imagen unida a la palabra se convierte en un “elemento de dominio mediático”. En este punto, volvió a recordar la necesidad que tiene la sociedad de ser “reeducada”, porque —según dijo— “la vida es el viaje hacia uno mismo y tenemos que reaccionar ante el pensamiento único”. También, en la misma línea, destacó que para reaccionar es “imprescindible la lectura”, porque “nos obliga a crear, cosa que no consiguen los medios de comunicación que nos dan verdades hechas e, incluso, a medias”. De esta forma, aseguró depositar “la esperanza en las mujeres, porque está demostrado que leen más que los hombres”. Así, Sampedro finalizó la intervención con “un credo modificado, mi propio credo, el mismo que leía cuando era niño, pero con otras palabras” y reiterando que “la energía cósmica, al fin y al cabo, es la vida en sí misma”.