Comienza una nueva edición del ciclo ‘Miradas de escritor’ en el Museo Carmen Thyssen de Málaga

Una obra de arte no es un hecho aislado aunque sea única. No sólo bebe de su contexto, sino que éste también dialoga con ella desde todos sus ámbitos. Ya sea desde la crítica, la poesía o la ficción, la literatura a menudo toma como referente las artes visuales para generar sus contenidos siendo, a la vez, fuente de inspiración para los artistas plásticos. Con el ánimo de mantener vivo el juego de reciprocidad y la búsqueda de lugares comunes inherentes al acto creativo, comienza una nueva edición del ciclo ‘Miradas de escritor en la colección Carmen Thyssen de Málaga 2020’, que organiza el Museo Carmen Thyssen Málaga, en colaboración con la Fundación José Manuel Lara, invita a cuatro escritores de renombre a compartir diferentes visiones sobre las obras de la Colección. Un espacio para el diálogo entre artes que conviven, esta vez, desde siglos diferentes, y que abre las puertas a nuevas formas de mirar.

Escritores de reconocido prestigio reflexionan desde hoy sobre la relación entre la literatura y la pintura a través de las obras de la Colección permanente. En esta ocasión paticipan Pilar Eyre, Juan Bonilla, Nativel Preciado y Eduardo Mendicutti.

Fechas y hora: 13 de enero: Pilar Eyre
(Para esta primera cita, el 13 de enero, y debido a una incidencia con la plataforma on-line, la reserva se realizará a través del mail: reservas@carmenthyssenmalaga.org)
20 de enero: Juan Bonilla
27 de enero: Nativel Preciado
3 de febrero: Eduardo Mendicutti A las 18.00h

Lugar: Patio del Museo. Precio: Actividad gratuita.
La reserva de cada conferencia podrá realizarse el jueves anterior a la misma (a partir de las 10.00h ) en la web de venta de entradas on-line: entradas.carmenthyssenmalaga.org

PROGRAMA

13 de enero
Pilar Eyre
El misterio de la mujer melancólica
Obra: Vicente Palmaroli. Días de verano, c. 1885

Una mujer sola, con ojeras de enferma y vestidos demasiado elegantes para la playa. Los otros protagonistas del cuadro son la juventud y el verano, efímeros como estrellas fugaces, y por eso conllevan también algo de tristeza en su fulgurante resplandor.

20 de enero
Juan Bonilla
Regoyos anocheciendo
Obra: Darío de Regoyos. La Concha, nocturno, 1906

Personaje fascinante sobre el que escribieron grandes autores, el pintor Darío de Regoyos destaca por su capacidad para captar la luz mediante un impresionismo del que, acaso, fue el último maestro. Prueba de ello es La Concha.  Pintado en 1906, es resultado de un largo aprendizaje que llevó al pintor a andar los caminos de diferentes escuelas para alcanzar la depuración precisa, la quietud contagiosa, que se desprende de una escena aparentemente anodina realzada por el gran espectáculo de la naturaleza.

27 de enero
Nativel Preciado
La trampa del exotismo
Obra: Mariano Fortuny Marsal. Paisaje norteafricano, c. 1862

Fortuny fue uno de los artistas españoles que, durante sus viajes románticos por el norte de África, quedó deslumbrado por la luz, el color y el paisaje que le permitían soñar con un oriente exótico y cautivador. Huyendo de la civilización moderna, plasmó su pasión orientalista en lugares más accesibles como Granada o el Magreb.

3 de febrero
Eduardo Mendicutti
La niñez a media distancia
Obra: Manuel Barrón y Carrillo. Vista de Cádiz, 1854

Hasta los diez años viví con mi familia en El Puerto de Santa María. Durante todo el año, desde la playa de la Puntilla, yo veía Cádiz desde una perspectiva casi idéntica a la de este cuadro de Manuel Barrón. Pero con el paso del tiempo, vemos nuestra infancia con mayores añadidos de la memoria. Porque la memoria es otra manera de inventar. Sin embargo, un cuadro como este, con su visión romántica y costumbrista, y a pesar de los años de distancia, puede hacer el milagro de “acercar” los recuerdos e intentar compartirlos.