Lola Pons, profesora de la Universidad de Sevilla y comisaria del año Lebrija en Andalucía; la escritora Eva Díaz Pérez e Ignacio F. Garmendia, editor y crítico literario.
Presentado en Lebrija y en Sevilla, con gran éxito y masiva afluencia de público, el libro ‘El sueño del gramático’ tendrá también su puesta de largo en Madrid de la mano de la Universidad Nebrija y con Emilio Lledó
Tras una vida de grandes logros, pero también de duelos y pesares, la hija de Elio Antonio de Nebrija, Francisca, repasa el itinerario del padre con la mirada de una de esas “niñas sabias” que surgieron durante el luminoso y breve Renacimiento español. El sueño del gramático cuenta la historia de un héroe intelectual que vive el nacimiento del humanismo en Italia, la revolución de la imprenta y la sorprendente España que descubre el Nuevo Mundo. Su vida y su legado son los grandes protagonistas de esta novela, que llega a los lectores en el denominado ‘Año Nebrija’ y que ha sido presentada con gran éxito en Lebrija (Sevilla) -cuna natal del humanista-, acto que contó con la asistencia del alcalde de esta ciudad, José Benito, y la participación del escritor Jacobo Cortines y del editor Ignacio F. Garmendia. Asimismo, en Sevilla, la presentación de este libro contó con la presencia de la profesora Lola Pons, comisaria en Andalucía del año Nebrija. Próximamente, el día 7 de abril se celebrará un nuevo acto en la sede de la Universidad Nebrija en Madrid, acto que contará con la participación del filósofo Emilio Lledó.
La Fundación José Manuel Lara se une este año a las conmemoraciones del V centenario del nacimiento de este gran intelectual español con la publicación de una extraordinaria novela, ‘El sueño del gramático’, de Eva Díaz Pérez, que se adentra en la azarosa vida de Elio Antonio de Nebrija (Lebrija, 1444 – Alcalá de Henares, 1522) para mostrar un asombroso fresco del Renacimiento. La novela se vale del fascinante recorrido vital de este humanista, gramático, poeta e historiador que ha habitado en los manuales, en los libros académicos, en los debates de los especialistas, pero del que más allá de este ámbito existe un gran vacío.
¿Quién fue en realidad este gran personaje de nuestra Historia ahora que se cumplen cinco siglos de su muerte? Eva Díaz Pérez recorre en esta novela la biografía del humanista desde su infancia en Lebrija hasta su estancia en la Italia en la que estaba surgiendo el humanismo pasando por las universidades de Salamanca y Alcalá de Henares, la populosa Sevilla que se convierte en puerta de América y los señoríos de Extremadura en los que escribió sus principales obras.
Además de Elio Antonio de Nebrija protagoniza la historia su hija Francisca, la Latinista que, según la tradición, asistió a su padre en la cátedra de Retórica de la Universidad de Alcalá de Henares. Este personaje, que rememora la vida del gramático, simboliza también a las mujeres sabias de la época que entre finales del siglo XV y comienzos del XVI tuvieron un papel sorprendente en la Historia de España como ocurrió con Luisa Medrano, Beatriz de Galindo la Latina o Luisa Sigea.
En 1465 Antonio de Lebrija, un joven bachiller de Salamanca viaja a Italia para aprender latín y conocer el mundo de la cultura clásica. En ese mundo lleno de asombros estudiará en la Universidad de Bolonia, conocerá el nuevo invento de la imprenta en Venecia y recorrerá alguna de las cortes en las que está surgiendo el espíritu renacentista como la del condotiero Federico de Montefeltro, duque de Urbino. En su aventura italiana encontrará a damas incorruptas, caballeros fingidos, aristócratas extravagantes, bibliotecas fabulosas, inquietantes artistas, gabinetes de curiosidades y duelos de sabidurías entre agudezas y donaires.
De allí regresará convertido en Elio Antonio de Nebrija, el humanista que trajo la modernidad a España y que plantará batalla a teólogos, juristas, historiadores y médicos aún instalados en los saberes medievales. No será una tarea fácil ya que sufrirá el rencor de los poderosos, las epidemias mortales de su tiempo y la afrenta del claustro de la Universidad de Salamanca. Tampoco se librará de la persecución de la Inquisición a causa de sus críticas a la Vulgata, la traducción canónica de la Biblia realizada por San Jerónimo. A pesar de los agravios y quebrantos, el maestro Nebrija protagonizará una revolución del saber convirtiendo el castellano en la más adelantada de las lenguas vulgares al fijar sus reglas en El arte de la Gramática castellana, publicado en el milagroso año de 1492.
Tras una vida de duelos y pesares, su hija Francisca de Nebrija repasa la vida del sabio con la mirada de una de esas puellae doctae (niñas sabias) que surgieron durante el luminoso y breve Renacimiento español. Y lo hará protagonizando otra revolución al sustituir a su padre en la mismísima cátedra de Retórica de la Universidad de Alcalá de Henares.
El sueño del gramático cuenta la historia de un héroe intelectual del Renacimiento español que vive el nacimiento del humanismo en Italia, la revolución del mundo de la imprenta y la sorprendente España que descubre el Nuevo Mundo. Un momento histórico en el que reinó la luz del conocimiento, pero que se truncaría pronto por culpa de la intolerancia y la ambición.
La revolución de Nebrija
Nebrija fue un revolucionario. Su Gramática convierte al castellano en la primera de las lenguas vulgares en estar sujeta a reglas, como ocurría con el latín o el griego, consideradas las lenguas cultas. Fue una audacia incomprendida en su tiempo porque nadie entendía la necesidad de fijar esas normas, dado que se trataba de una lengua vulgar que todo el mundo aprendía sólo con oírla en su infancia. Hasta mucho más tarde el resto de lenguas vulgares no tendrá una gramática: el italiano en 1525, el portugués en 1536, el francés en 1550, el alemán en 1573 o el inglés en 1586. Tampoco hay que olvidar la coincidencia de su publicación con la fecha del año milagroso de 1492.
Otra hazaña monumental de nuestro personaje es la elaboración del Diccionario latino-español (ca. 1492) y el Vocabulario español-latino (ca. 1495). Esa tarea de organizar y atrapar todas las palabras determinará los diccionarios que se hagan después.
Además fue un pionero de los derechos de autor con su obra más popular, el manual de gramática latina titulado Introductiones latinae (Introducciones latinas), conocido por los estudiantes como el Antonio. Nebrija otorgó a Arnao Guillén de Brocar el privilegio para imprimir en exclusividad. De esta forma evitó los negocios ajenos como los que se hicieron con sus exitosas Introducciones a través de ediciones postizas, clandestinas, contrahechas o piratas, como diríamos hoy.
La Inquisición contra Nebrija
Nebrija participó en uno de los más ambiciosos proyectos del humanismo cristiano: la Biblia Políglota Complutense impulsada por el cardenal Cisneros. El gramático propuso una relectura de los originales griegos y las obras latinas descubriendo errores acumulados por copistas y amanuenses durante la Edad Media y enmendando fragmentos del texto canónico: la Vulgata de San Jerónimo. Por esta razón fray Diego de Deza, el inquisidor general, incautó los papeles y notas de Nebrija para iniciar un proceso inquisitorial.
La carta que Nebrija envió a Cisneros lamentando el proceso inquisitorial que sufrió es un admirable elogio de la libertad de pensamiento. Uno de los grandes textos de nuestra historia, increíblemente poco conocido y que en la novela aparece intercalado entre los pensamientos obsesivos de Nebrija: «¿Qué hacer en un país donde se premia a los que corrompen las sagradas letras y, al contrario, los que corrigen lo defectuoso, restituyen lo falsificado y enmiendan lo falso y erróneo se ven infamados y anatemizados y aun condenados a muerte indigna si tratan de defender su manera de pensar?».
El sueño del gramático es también una novela sobre libros, porque nace en uno de los grandes momentos de su historia con la invención de la imprenta de tipos móviles. La biografía de Nebrija va paralela a este gran invento de la humanidad. De hecho, fue uno de los impulsores de la imprenta en España y parte de su vida transcurre en la época de los incunables, es decir, de los libros impresos antes de 1500, el tiempo de los libros en la cuna (incunabulum).