Combina la intriga, el impecable retrato psicológico y una trama absorbente marcada por vuelcos insospechados
Partiendo del reencuentro entre una hija maltratada y su padre enfermo, Ana Muela Pareja combina la intriga, el impecable retrato psicológico y una trama absorbente, marcada por los vuelcos insospechados, en esta novela, merecedora del XL Premio de Novela Felipe Trigo, que llega ahora a las librerías. ‘La lluvia inglesa’ habla de antiguas heridas, nunca superadas, que se suman a las de un presente que no da tregua: engaños y pérdidas, pero también hallazgos, ganancias imprevistas y un final donde crece la semilla de la esperanza.
La Fundación José Manuel Lara publica las obras ganadoras de este ya veterano premio literario, por lo que Ana Muela se incorpora a nuestro catálogo tras Roberto Osa, ganador en 2017 con su obra titulada ‘Morderás el polvo’; Juan Carlos Vázquez, premiado en 2018 con su novela ‘Los nombres de los barcos’; ‘La capital inverosímil’, de Jordi Juan Martínez, galardonada en 2019, y ‘Los caballos inocentes’, de Raúl Quirós Molina, ganadora en 2020. Ana Muela recibirá su premio en la gala literaria que se celebra el 26 de noviembre en Villanueva de la Serena (Badajoz), día en el que también se conocerá la obra ganadora de la nueva edición de este certamen.
El jurado del XL Premio de Novela Felipe Trigo – que convoca y concede el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena (Badajoz), con la colaboración de la Fundación José Manuel Lara- estuvo presidido por la escritora Susana Martín Gijón, y destacó la ambigüedad, el carácter reflexivo de la narración y la complejidad psicológica de los personajes.
‘La lluvia inglesa’ tiene como protagonista a Leona Anaya, que malvive sin trabajo ni dinero, con su hogar desmantelado después de que su marido la abandonara. Recibe entonces la llamada de un hospital de Cambridge: su padre, al que hace más de dieciocho años que no ve, ha sufrido un ictus y su muerte es inminente. Leona no duda un instante y coge el primer vuelo a Londres; quiere ver morir a ese hombre que tanto sufrimiento le ha causado. La situación del padre, sin embargo, se va estabilizando con el paso de los días, y Leona ve ante sí una oportunidad aún mejor: ahora que no puede defenderse, es el momento de su venganza. Instalada en su casa para cuidarlo, se dedica a atormentar al padre con mil detalles, evocando los recuerdos de una infancia llena de violencia y crueldad, el dolor de su madre, la trágica muerte de su hermano. Tal es la situación de partida de esta novela en la que Ana Muela Pareja combina la intriga, el impecable retrato psicológico y una trama absorbente, marcada por los vuelcos insospechados, en la que participan otros personajes de la nueva vida de Leona con los que la protagonista mantiene encuentros y desencuentros. ‘La lluvia inglesa’ habla de antiguas heridas, nunca superadas, que se suman a las de un presente que no da tregua: engaños y pérdidas, pero también hallazgos, ganancias imprevistas y un final donde crece la semilla de la esperanza.
- ¿Cómo surge la idea de presentarse al Premio de Novela Felipe Trigo?
- El Premio de Novela Felipe Trigo es un premio muy prestigioso, muy conocido, con una larga trayectoria y que tiene una reconocida y exquisita pulcritud. Todas estas razones fueron para mí un gran aliciente para presentarme a este premio, y haberlo recibido es un orgullo y un honor.
- ¿Qué origen tiene esta novela, su argumento? ¿Hay algo de su propia vida en ella?
- La novela comenzó a surgir en mi cabeza durante una temporada en la que estuve viviendo en Cambridge. Si bien el argumento es enteramente una ficción, el escenario, por el contrario, es muy real. La ciudad que describo en la novela es el Cambridge que experimenté y que conocí cuando residía allí; sus calles, sus parques, los suburbios y el centro mismo están basados en la realidad que viví. En cuanto al argumento, lo único de mi propia vida que hay en la novela es que yo, al igual que la protagonista, camino mucho y fue precisamente durante mis largos paseos cuando fue tomando forma el argumento de ‘La lluvia inglesa’. Mientras camino me gusta pensar en mis personajes y en sus tramas, y mientras caminaba por Cambridge, que es una ciudad plana y muy extendida como la mayoría de las ciudades inglesas, fue poco a poco surgiendo el argumento de esta novela. Aparte de eso, todo el argumento es ficción y no hay en él ningún elemento autobiográfico.
- ¿Cómo son los personajes de su novela, que van mostrando sus diversas facetas a medida que va evolucionando el argumento? ¿Cómo los definiría?
- Los personajes de mi novela son bastante poliédricos. Por un lado son duros y fuertes, pero también bajo su aparente frialdad, tanto la protagonista, Leona, como su padre, tienen una sensibilidad y sufren un dolor antiguo y perenne que los mantiene unidos y alejados a la vez. Son personajes que han sufrido mucho y arrastran por la vida grandes heridas sin sanar, lo que los hace ser ásperos, pero a la vez sensibles. Son personajes complejos, con varias caras, con muchas pérdidas y con grandes afectos, que han vivido situaciones extremas y aun así siguen adelante.
- Parece que las relaciones padres/hijos están viviendo un gran boom dentro de la literatura española más reciente (casos de Jesús Carrasco, Elvira Lindo, Manuel Vilas, etc.), ¿a qué cree que se debe?
- Yo creo que la relación padres/hijos es un universal temático, es algo que siempre nos ha preocupado a todos, lectores y escritores y en general a todo el mundo. Todos somos hijos y muchísimos también somos padres. Quizá hoy en día el tema nos ocupe más la atención porque la brecha generacional parece más importante que en el pasado o quizá no sea así, y la brecha sea la misma de siempre, solo que ahora le prestamos más atención porque nos miramos más el ombligo. Además los jóvenes tienen en la actualidad más dificultades para emanciparse y alejarse del nido paterno, lo que pone más de relieve esa ruptura generacional, que de todos modos pienso que ha existido desde que el mundo es mundo, y seguramente es necesario que sea así para la normal evolución y desarrollo de la sociedad.
- ¿Hay cierto ajuste de cuentas en estas historias, o cree que los nuevos modelos de familias nos llevan a estos enfrentamientos, que se cruzan también con la necesidad de cuidados a nuestros mayores?
- Creo que siempre han existido diferencias de opiniones y de voluntades. Los jóvenes tienden a pensar que los mayores no los comprenden, no tienen razón, no saben o sencillamente están fuera del mundo y de la realidad. Es cierto que ahora estamos en un momento complicado porque la sociedad está cambiando muy deprisa en sus usos y costumbres, incluido el modelo de familia, con una infancia cada vez más valorada y protegida por un lado y con una esperanza de vida cada vez mayor por el otro, todo ello, además, sazonado con una crisis económica que parece no tener fin, a la que se junta una pandemia y su confinamiento obligatorio que nos ha hecho estar más pegados a los que teníamos cerca. Creo que estamos en un momento de cambio en todos los sentidos, y todavía falta asentar y madurar los modelos, pero sigo creyendo que el conflicto generacional ha existido siempre, aunque sí es cierto que ahora parece que en algunas circunstancias hay nuevos comportamientos
- ¿Ha abandonado al inspector de policía Federico Gajanejos, que aparece en obras anteriores?
- No, no lo he abandonado en absoluto. De hecho estoy trabajando en una nueva entrega de la serie, que será la tercera de la dedicada a este inspector de la Policía Nacional que trabaja en Madrid y que también tiene sus conflictos con su hija adolescente, como antes los tuvo con el cuidado de su anciana madre.
- ¿Dónde se encuentra más cómoda, en el género policíaco, de intriga, o de novela más psicológica y de sentimientos?
- Me encuentro cómoda en ambos; diría que me encuentro más cómoda en el género de la novela que esté escribiendo en el momento. En ambos casos me he sentido bien. El género policíaco me gusta mucho, tiene unas reglas muy claras que me hacen sentir a gusto y relajada porque sé los derroteros por los que tiene que discurrir el texto, cuáles son sus límites y lo que se espera de él. Escribiendo esta novela psicológica, de personajes y de sentimientos, me he sentido muy libre al poder profundizar en el personaje y hacer de esa reflexión un pilar de la novela. Ambos géneros me gustan y en ambos he disfrutado.
Ana Muela Pareja (Cuenca, 1960), máster en Estudios literarios por la Universidad Complutense de Madrid, es licenciada en Teoría de la literatura y literatura comparada, y en Geografía e Historia por esa misma universidad. Ha publicado las novelas El falso cuerno del rinoceronte (2016, XLI Premio literario Kutxa Ciudad de Irún) y Alma mater (2018, I Premio de Novela Policía Nacional), pertenecientes ambas a la serie protagonizada por el inspector de policía Federico Gajanejos. Ha ganado el I Concurso Alfaguara de Relatos Mínimos, categoría de veteranos, y el XXII Concurso de Relato Corto Elena Soriano (2018). Ha sido finalista del XXXIII Concurso de Cuentos ‘Hucha de Oro’ (2005), convocado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), y del III Concurso de relatos para leer en tres minutos ‘Luis del Val’ (2006), convocado por el Ayuntamiento de Sallent de Gállego.