Algunos de los poemas serán musicados por Arcángel, que fundirá poesía y flamenco en su próximo disco
El escritor onubense Juan Cobos Wilkins, que ha vuelto a publicar poesía tras once años, ofrece en ‘Biografía Impura’, editado en la Colección Vandalia, un recorrido “lírico-narrativo” autobiográfico en forma de metamorfosis “salpicada de vida y asombro”. Durante la presentación del libro, celebrada en FNAC-Sevilla, el autor explicó que el adjetivo impuro detrás de biografía demuestra que “su vida está salpicada de sueños, de vida y de asombro”, algo que le pareció “un gozo y nada puro”. El escritor estuvo acompañado del cantaor Arcángel, que en su próximo disco pondrá música a varios poemas de Cobos Wilkins.
En ‘Biografía impura’, a través de las diferentes etapas vitales de un poeta, desde el niño que un día fue hasta el poeta en el que se convirtió, pasando por la adolescencia y la juventud, Cobos Wilkins cuenta episodios de su día a día y todo ello con “una mezcla de lo sencillo y lo culto”, y convirtiendo “la anécdota en poesía gracias a la palabra trabajada con magia y misterio”. Lla nueva obra “depurada” recoge creaciones con más de una década y otros con pocos meses de elaboración, pues, como afirmó el onubense, “nunca ha dejado de escribir poesía, ya que cuando se llega cierta a edad, esto se convierte en una enfermedad crónica”.
Este trabajo poético contará a principio de año con una añadido cultural como es el disco del cantaor onubense Arcángel, quien “se ha atrevido” a poner música a los poemas de Juan Cobos Wilkins, algunos de este libro y otros de trabajos anteriores. Confesó que espera que la emoción que él ha intentado transmitir con los poemas, lo consiga Arcángel con la voz, el trabajo, el rigor y el tiempo que está dedicando al trabajo, del cual se ha desvelado pocos datos aún.
Arcángel confesó su admiración por la obra del escritor, especialmente por la novela ‘El corazón de la tierra’ y señaló que su intención es “fundir” la poesía culta con el flamenco, respetando el significado de los poemas. El cantaor se toma este trabajo como “un reto” en su carrera, la cual ha llegado al momento de plantearse “una metamorfosis” y de trabajar “sin tener que convencer a nadie ni estar pendiente de la tela de araña que teje el purismo”.
El disco, que saldrá al mercado a principios del siguiente año, está producido por el propio cantaor, por lo que esta vez “no cuenta con las presiones comerciales de otros trabajos”, subrayó. Por otro lado aseguró que su intención “no es fusionar poesía y flamenco, sino poner cara a cara ambas materias”. Arcángel advirtió que la mezcla de poesía y flamenco “no tiene que ser forzada” frente a la concepción que tienen otros, sin embargo, reconoció que el hilo argumental será el flamenco, pues “es lo que siente”, ya que “la poesía de Wilkins no encaja en ningún palo del cante flamenco, ni a nivel métrico ni musical”, esto es, es como “mojar las gambas en un café”, manifestó.
ENTREVISTA CON JUAN COBOS WILKINS SOBRE ‘BIOGRAFÍA IMPURA’
– Llama mucho la atención este primer poema que encabeza el libro, unos versos que parecen definir su trayectoria vital. ¿Qué prevalece al final, cuando llega el momento de escribir poesía como es este caso, la soledad del camino o la alegría de esa flor abierta en la solapa que le ha acompañado siempre?
– Viajo mucho y hay temporadas en las que paso más tiempo en aviones, trenes, coches, que en casa. Acabo no acordándome de en dónde despierto… Una mañana, al alba, me encontraba con mi maleta en el andén de una ciudad de provincias esperando el silbido del tren. Ningún viajero más, solo en el andén vacío. Había un pequeño jardín en la estación, más bien unos parterres con tristes rosas cubiertas de polvo ¡qué melancólicos los jardines de las estaciones provinciales…! Ahí, en ese instante, surgió ese poema. Corté un esqueje y, al llegar a casa, lo planté. Agarró. Creo que no hace falta explicar más, cualquier lector sabrá ya de qué hablo…
– La poesía va y viene en su carrera como escritor, ¿a qué obedece? ¿está sujeta a cuestiones personales más que a profesionales?
– Nunca he dejado de escribir poesía, nunca. Pero lo que el autor quiere escribir, a su vez, desea ser escrito de una forma determinada, en su adecuado molde, en su género, y lo exige para poder ser. En los últimos años lo que necesitaba contar me demandaba prosa: la novela, el relato, el libro de investigación histórica… Y así, casi sin darme cuenta, han pasado nada más y nada menos que once años ¡once! sin publicar un libro de poesía. Y es que tampoco quería yo enfrentar en una librería a la novela con la poesía. Es fácil suponer quién acabaría en el rincón oscuro.
– Los poemas del primer apartado de su nuevo libro, ‘El niño’, son autobiográficos, ¿o quizás son del niño que quiso ser y no fue?
– Está, por supuesto, la metamorfosis literaria y hasta me atrevo a decir que la transubstanciación poética. Pero sí, son autobiográficos. La palabra “biografía” del título no traiciona su acepción.
– Y en el resto de los capítulos ¿cuánto de experiencia propia, personal, hay, y cuánto deja a la ficción?
– Los otros apartados también responden a vida vivida y metamorfoseada en palabra. Pero más que un recorrido por la vida, esta biografía es una profunda inmersión, un ahondamiento abisal en ella. Biografía Impura asume ese riesgo con el vértigo de su desnudez.
– ¿Hay mucho riesgo personal en este poemario? ¿Se ‘desnuda’ demasiado ante los lectores?
– Voy a contestar sin rubor, sin pudor: sí. Pero no lo siento como “demasiado riesgo y desnudez”, sino como esa entrega de Pasión y Armonía. Las doy sin censura al lector y, como la relación con los lectores de poesía es el más mágico y pleno vaso comunicante, sé que también recibiré verdad.
– Después de escribir este libro ¿encajan mejor todas las piezas de su vida?
– El poeta es y está ante la creación como el niño que en la mañana de Reyes encuentra el regalo de un rompecabezas y desordena sus piezas, y las lanza al aire y espera que, al caer, lo hagan con precisión y de nuevo encajen en su sitio. Pero hay una que se pierde, una que se queda en el aire, una rebelde y mágica que permanece flotando, que asciende, que vuela y desaparece. Atrapar ésa, la misteriosa imprescindible, la que latió con vida propia, es la tarea eterna del creador. Pues esa única y esencial es Poesía. En Biografía Impura he seguido y perseguido a la misteriosa imprescindible. Pero si he querido tenerla, ha sido para, ya hecha verso, dejarla libre. Así se hace, deshace, rehace el rompecabezas de la vida.
UN NIÑO MIRA SOMBRAS
Un niño mira sombras en la pared. Ignora
aún qué es sombra. Está
en los brazos de su padre –acaso
sepa que es su padre.
Desde la nana que lo mece, lo acuna,
buscándole su sueño, mira el niño.
El azogue de un mueble reproduce la imagen:
un padre con su hijo.
Otro espejo –oscuro y enfrentado–
sin fin la multiplica
(y la altera).
El niño observa fijamente esta sombra:
una lámpara
antigua se alarga, fantasmal, en la pared.
Y la figura intimidante crece
y, en el tabique blanco, tiembla.
Es su relámpago, el inicio de su memoria.
Lo más lejano que hallará en la inexacta
esponja caprichosa del recuerdo.
Ahora sólo es un niño que caza sombras
perseguido por sombras.
Nada sabe.
No duele.