Marian Madrigal es la autora de este libro, que repasa la vida y la obra del artista andaluz
La colección de obras galardonadas con el Premio de Biografías Antonio Domínguez Ortiz, que concede la Fundación José Manuel Lara con la colaboración de Ibercaja, incorpora en esta ocasión ‘La memoria no es nostalgia. José Caballero’, de Marian Madrigal Neira, un título que nos invita a conocer a este pintor fundamental en el panorama artístico español del siglo XX. Con un prólogo realizado por el escritor José Manuel Caballero Bonald –con quien mantuvo una gran amistad a lo largo de toda su vida-, la publicación de esta biografía coincide con una magna exposición que conmemora el XX aniversario de la muerte de Caballero, muestra que visitará Madrid y varias ciudades andaluzas.
El jurado de este premio estuvo compuesto por los profesores y escritores Antonio Prieto, Pedro Cerezo, Jacobo Cortines, José Mª Casado, Joaquín Pérez Azaústre e Ignacio Fernández Garmendia. La obra será presentada el 23 de noviembre en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, en un acto que contará con la presencia de la autora y de José Manuel Caballero Bonald.
Artista fundamental en el panorama artístico español del siglo XX, José Caballero (1915-1991) no ha tenido todo el reconocimiento que se merece. Su carácter eminentemente experimental y la necesidad de encontrar un lenguaje adaptado a cada momento –del surrealismo a la abstracción y el empleo de materias– hacen de su pintura un testimonio artístico único, además de ser un reflejo de los sentimientos colectivos españoles a lo largo de más de sesenta años de trayectoria. En esta biografía se traza un completo recorrido por la vida y obra de José Caballero, que pone de relieve su estrecha vinculación con cada uno de los momentos que le tocó vivir. Se reflejan los diferentes ambientes culturales que se sucedieron en España desde los brillantes años treinta, la desolación de la guerra y la posguerra y el proceso de normalización cultural a partir de los cincuenta y sesenta.
José Caballero aparece como un personaje condicionado por los acontecimientos, cuya vida, fascinante en unos aspectos y trágica en otros, se lee como una novela de ficción. En el prólogo, José Manuel Caballero Bonald elogia “la sutil capacidad indagatoria y la metódica inteligencia” de la autora, quien en nueve capítulos describe el trayecto vital del artista, desde sus dibujos infantiles hasta los signos y grafías de sus últimos tiempos.