El poeta José Mateos reúne en ‘Los nombres que te he dado’ cuarenta años de dedicación a la poesía (1983-2023) y un libro inédito
La edición cuenta con un prólogo de Vicente Gallego, para quien Mateos es autor de una de las obras “más intensas, coherentes y singulares de su generación”.
Por su combinación de sencillez y hondura, José Mateos es uno de los poetas verdaderamente esenciales de nuestro tiempo.
El volumen reúne todos los libros de poemas del autor jerezano y suma el último hasta ahora.
En este volumen José Mateos reúne cuarenta años de dedicación a la poesía
(1983-2023) que comprenden toda su obra publicada y un libro inédito, integrado
por un solo poema que se suma a los que conformaban su anterior entrega, La
hora del lobo. De factura clásica, enraizada en la tradición, y a la vez
caracterizada por una entonación personalísima, propia de un autor
excepcionalmente dotado para la música, la poesía de José Mateos cultiva con
maestría el llamado arte menor, en poemas a menudo breves que huyen de la
grandilocuencia y encierran en su aparente sencillez verdades profundas, o bien
se sirve del endecasílabo para renovar el vuelo de la gran lírica meditativa.
Las razones del corazón, el paisaje reducido a su esencia más despojada o la
celebración del Misterio son asuntos recurrentes de unos poemas en los que el
autor elude el primer plano para tratar de las manifestaciones de lo sagrado,
abordadas desde la perplejidad o desde la gratitud ante el hecho radiante e
incontestable de la vida.
En palabras de Vicente Gallego, autor del hermoso prólogo que abre la
recopilación: “La poesía de Mateos está llena de preguntas que no quieren verse
respondidas, de exclamaciones cuyo eco nos lleva hacia una certidumbre de nada,
pero qué fragante, qué hiriente de agujas benefactoras. Porque la carne está
ahí sólo para abrirnos a la inmensidad de ese espíritu que sopla donde quiere y
en todo se derrama”.
En este volumen José Mateos reúne cuarenta años de dedicación a la poesía
(1983-2023) que comprenden toda su obra publicada y un libro inédito, integrado
por un solo poema que se suma a los que conformaban su anterior entrega, La
hora del lobo. De factura clásica, enraizada en la tradición, y a la vez
caracterizada por una entonación personalísima, propia de un autor
excepcionalmente dotado para la música, la poesía de José Mateos cultiva con
maestría el llamado arte menor, en poemas a menudo breves que huyen de la
grandilocuencia y encierran en su aparente sencillez verdades profundas, o bien
se sirve del endecasílabo para renovar el vuelo de la gran lírica meditativa.
Las razones del corazón, el paisaje reducido a su esencia más despojada o la
celebración del Misterio son asuntos recurrentes de unos poemas en los que el
autor elude el primer plano para tratar de las manifestaciones de lo sagrado,
abordadas desde la perplejidad o desde la gratitud ante el hecho radiante e
incontestable de la vida.
En palabras de Vicente Gallego, autor del hermoso prólogo que abre la
recopilación: “La poesía de Mateos está llena de preguntas que no quieren verse
respondidas, de exclamaciones cuyo eco nos lleva hacia una certidumbre de nada,
pero qué fragante, qué hiriente de agujas benefactoras. Porque la carne está
ahí sólo para abrirnos a la inmensidad de ese espíritu que sopla donde quiere y
en todo se derrama”.